Comprar desde la comodidad de una computadora, hacer operaciones bancarias, pedir el super, son sólo algunas de las cosas que diariamente hacemos como usuarios de Internet y es un pequeño ejemplo de cómo ha evolucionado el comercio electrónico y nuestra vida los últimos años.
Y sí, la red se convirtió en una herramienta esencial para el crecimiento y éxito de un negocio, sobre todo a partir de la pandemia.
Sin embargo, como siempre hay peros en la vida, del otro lado de la moneda encontramos fenómenos como los ataques cibernéticos, que aumentan cada día, y que pueden comenzar como algo pequeño y evolucionar rápidamente en una seria amenaza para cualquier negocio que cuente con una estrategia digital.
En términos generales, y por citar un ejemplo, podrían obtener tu contraseña, entrar a uno de tus sistemas de pago o cobro, o a tu información financiera y hacer mal uso de ella.
Si estás usando una o varias herramientas en línea para tu negocio y lograr mayor cercanía con tus clientes, es importante que te asegures de que todas tus transacciones de comercio electrónico estén protegidas para evitar el acceso no autorizado o el uso fraudulento de los datos y recursos de tu empresa.
¿Cómo protejo mi negocio digital?
- Olvídate de la contraseña “1234”. Utiliza contraseñas largas y complejas que incluyan letras, números y símbolos (pero que puedas recordar fácilmente). Además, evita usar la misma para múltiples cuentas y cámbialas regularmente.
- Blinda tu computadora contra los virus. Existen programas antivirus que pueden proteger tu equipo. Asegúrate de mantenerlo actualizado y que un experto lo revise regularmente.
- ¿Wi-Fi gratis? Mejor no los uses. Comprueba que tu conexión a Internet sea segura al usar una conexión Wi-Fi, da preferencia a redes protegidas con contraseña y evita conectarte a redes públicas si vas a realizar operaciones.
- Haz que internet sea seguro para tu negocio. Utiliza un navegador seguro que te proteja contra sitios web maliciosos y ataques de phishing* (abajo te explicamos de qué se trata). Algunos buenos ejemplos de esto son Chrome, Firefox, Opera, Tor Browser, Edge y Safari. Básicamente, los más comerciales.
- Evita “hablar de más”. No compartas información personal, por ejemplo, tu número de seguridad social, cuenta bancaria o contraseñas con desconocidos en línea (ni en ningún lado).
- Los bancos cuidan tus datos. Usa una tarjeta de crédito con protección contra fraudes y notifica inmediatamente a tu banco si detectas alguna actividad sospechosa. No contestes mensajes, no des información por teléfono y comunícate directamente con tu banco.
Cuida también los dispositivos
Asegúrate de que todos tu dispositivos conectados a la red estén protegidos. Utiliza contraseñas difíciles de adivinar y actualiza regularmente tus equipos y sus antivirus. Anticícipate para que no te caiga un virus informático. Asesórate con alguien que sepa de computación y pide que instale lo necesario para proteger tus equipos de programas maliciosos y ataques en línea.
Actualmente, la seguridad de Internet es una gran preocupación para todo el mundo, no importa si son usuarios tradicionales o de Internet satelital; sin embargo, para quienes viven en áreas remotas, donde no hay acceso a las conexiones cableadas tradicionales, es vital.
*El phishing o suplantación de identidad, es una técnica fraudulenta utilizada para obtener información confidencial. Los atacantes crean correos electrónicos, mensajes de texto o sitios web falsos para engañar a las víctimas.